Little World

El amor, dice Felicia, es justo como una flor, debe nutrirse con calor y respeto para poder crecer realmente fuerte.

Mi amigo cuenta historias realmente divertidas. Y aunque ya las haya oído cien mil millones de veces, me vuelvo a partir de risa cada vez que las cuenta de nuevo- como también hace él.

Desde lo alto de mi nube observo todo lo bueno y alegre que sucede en la tierra. Pero también veo si alguien está triste. Entonces envío inmediatamente una mariposa que vuela hasta allí y lleva consuelo. Porque nadie debería estar triste, temeroso o angustiado.

Algunas noches de verano, el cielo está tan azulino y transparente que parece que somos capaces de ver lo que está oculto en el otro lado, de contemplar directamente el espacio entre las estrellas y los planetas. Pero no importa lo que tratamos de ver, seguimos viendo el cielo y más cielo, alguna nube que avanza como navegando, y a veces incluso la luna. Y nos preguntamos ¿tendrá el cielo en realidad algún límite?

Cuando el claro sol de septiembre ilumina nuestra arboleda secreta, todo aquello que sus rayos iluminan se transforma y se convierte en oro. Es tan encantadoramente mágico como cuando has encontrado al mejor de los amigos.

Suavemente los vientos me mecen hacia la tierra de los sueños, donde los grandes pueden ser pequeños y los pequeños pueden ser verano. Sí, cualquier cosa puede suceder en este maravilloso lugar; ingenioso o loco, divertido o absurdo, estúpido o temible. Y si llegase asustarme yo sé que con tan solo abrir los ojos ya estoy de nuevo en casa.

Las burbujas son como la magia; aparecen de la nada, cosquillean en tu nariz y luego desaparecen tan rápido como llegaron. Me pregunto dónde irán las burbujas…

Siempre hay una buena razón para reunirse. Tal vez alguien se ha enamorado, o ha aprendido la mitad del alfabeto, o se ha encontrado un trébol de cuatro hojas, ¡o tal vez dos! A menudo nos juntamos simplemente porque es divertido estar juntos. Esa es también una buena razón.

Yo no necesito ningún castillo para sentirme como una princesa; solo un sitio al sol con vegetación y una vela a la vista.

Piernas arriba, piernas abajo, brazos bien estirados –
brazos abajo, acurrucarse y rodar, como una pelota.

– Vamos Rulo una vez más, ríen las meneonas animantes.

Sí, cuando Rulo hace los ejercicios matinales las meneonas siempre le acompañan. Les encanta entrenar con Rulo, y a Rulo
le encanta la alegre compañía.

Cada viernes nos reunimos en el parque y abrazamos los viejos y cansados árboles. Es divertido venir aquí porque los árboles se alegran mucho de que vengamos a saludarlos. De repente ellos se animan y empiezan a contar muchas historias del pasado, cuando ellos eran aún pequeñas plantas traviesas. Pero justo cuando lo estamos pasando mejor es cuando llega la hora de irse a casa. Es un poco triste, claro, pero no pasa nada porque sabemos que nos veremos pronto de nuevo. ¡Adiós, árboles!

Si permaneces muy, muy en silencio durante la primavera puedes escuchar los cerezos en flor susurrándose el uno al otro sobre el amor, la luz del sol y la brevedad de la vida. Pero sólo si estás muy, muy en silencio...

TImagina que tú y yo fuésemos tan pequeños que pudiésemos trepar en un diente de león y acurrucarnos allí un rato. Nadie en el mundo entero sería capaz de encontrarnos.

Nadie sabe cómo es el séptimo cielo, pero todos los que han estado allí saben cómo se siente en él.

Algunas veces en verano, cuando el sol está de buen humor, damos un paseo hasta el mar. Allí nos sentamos en las cálidas rocas y escuchamos el romper de las olas. Y después vamos a comprar un helado!

¡Qué a gusto estoy! El sol calienta y la limonada está fría. Todo está en calma y en paz. Es uno de esos días en el que hasta los vientos están descansando.

– Si, sí, ya sabemos que cantamos de todo menos bien, pero nosotros nos sentimos mejor cuando lo hacemos que cuando no, graznan Mixi, Pixi y Trixi al coro.

No, las Örnettes no son un fenómeno de la canción, pero este trío es feliz y adora estar en el escenario.

Hoy es mi día de suerte... ¡He recibido una carta! Puedo saber quién me la envía sin leer una sola palabra porque el sobre huele a fresas... Mañana escribiré una respuesta con un montón de corazones rojos.

Las setas cantarela deben ser las mejores jugando al gato y al ratón, porque por mucho que busques y busques nunca las encuentras... bien, casi nunca...

Expectantes y llenos de alegría despiertan Knoppsen tras el largo descanso invernal. Todos ellos están en el mejor de los humores y tan felices como cabría porque la luz y el calor han vuelto.

En el turbulento mundo de los cuentos de hadas cualquier cosa puede pasar… En este lugar increíble puedes vivir momentos de alegría y aventuras impresionantes. Y nunca estás solo porque apenas pasar la página ya encuentras un nuevo amigo.

Piensa que ya es otoño... El tiempo ha pasado muy rápido, pero aún estamos a tiempo de hacer muchas cosas divertidas. Ahora es momento para mí de volar a un país más cálido y tú te quedarás aquí a esperar el invierno; a saltar y jugar en la nieve con amigos y a ir en trineo. Y cuando las colinas empiecen a reverdecer y pequeños azafranes broten aquí y allá alegremente, pronto estaré junto a ti de nuevo con otro maravilloso verano por delante.

Estando así tan cerca puedo notar que están sonriendo aunque mis ojos estén cerrados. No, no estoy haciendo trampas, sólo siento tu corazón latiendo felizmente. El mío también lo está.

– Papá, mira qué pequeño se ha quedado mi helado. ¡Era así de grande antes!

– Sí, quién lo hubiese dicho al principio, pero date prisa antes de que se derrita del todo.

– Está bien papá, pero entonces no tendremos que apurarnos más por hoy, ¿verdad?

– No, no más prisas para el resto del verano.

De vez en cuando hay que dejar a un lado la seriedad y los deberes, relajarse y ¡volverse un poco salvaje! Bailar una rumba sobre un pétalo de rosa o cantar para ti mismo, coquetear con una amapola o charlar sobre cualquier cosa con un ancianito… abandonar la imagen de ti mismo y simplemente ser tú. ¡Arriba la bandera de la vida y la alegría!

Pequeños saltitos, grandes saltos, en el musgo puedes atreverte a cualquier cosa. Porque aunque te caigas, siempre aterrizas suavemente. Eso siempre que no te encuentres juguetonas agujas de pino en el camino, claro.

Estoy dándome un festival con gelatinas de frambuesa yo solito, tumbado encima de una pérgola en flor. Pero si alguien pasara por aquí estaría encantado de compartir mis caramelos.

 - Nunca más vuelvas a esconderte así de bien. Ha sido muy difícil encontrarte.

- No, la próxima vez que juguemos me esconderé tan mal que será muy fácil encontrarme, porque después de un rato a empezado a oscurecer y a hacer frío bajo el abeto, y ya me empezaba a preocupar… pero justo entonces me habéis encontrado.

- Sí, y no sólo a ti, también hemos encontrado una cosa muy bonita para regalarte… Mira, ¡es una piedra mágica!

- ¡Y aquí está la piña del deseo!

- Y mira este palo, parece una varita mágica que abracadabra y ¡te hace feliz de inmediato!

- Pero si ya lo estoy. Me he puesto así en cuanto he oído vuestras voces acercándose al abeto. Entonces he sabido que no habíais dejado de buscarme y la alegría me ha inundado.

¡Hurra, hemos ganado! Qué gran equipo hacemos tú y yo. Siempre nos damos oportunidades y ánimos, y sabemos exactamente la posición del otro en el campo. Nos pasamos la pelota elegantemente (tú a mí, yo a ti) mientras nos vamos acercando a la red y entonces ¡Gol! ¡Hurra! Nuestra colaboración hace de nosotros un gran equipo, tanto para ahora como para los emocionantes juegos que quedan por venir.

¡Clona el amor y libéralo por el mundo!

Mi abuelo conoce todos los senderos del bosque. Y hace tiempo, cuando mi madre era pequeña le enseñó todas las cosas importantes acerca de los senderos que ahora me está enseñando también a mí. Mi abuelo nos acompaña en todas nuestras excursiones, pero la mayor parte del tiempo permanece un poco retrasado para "disfrutar del ambiente" como dice él mismo. A mí me parece bien, porque es un poco anciano y porque él ya lo sabe todo.

En primavera, cuando los primeros rayos del sol seducen a las flores para que se abran al mundo, brilla en todas partes. Es como en un cuento de hadas.

Todo el mundo quiere experimentar este brillante milagro, pero casi todos los que entran en ese lugar tienen que volver sobre sus pasos porque la belleza de las flores es tan cegadora que no se pueden ver acercar.

Unos de los que sin dificultad podrán ver a través de tanto brillo y belleza (unos a los que las flores están esperando) son las damitas aladas. Damitas que fielmente y con entusiasmo, cada primavera ayudan a esparcir semillas de flores sobre el mar y la tierra.

Durante tres días y tres noches dan lo mejor de sí mismos para llegar a hacer todo lo posible antes de que el brillo desaparezca y las Flores se cierren para siempre.

Y si estás despierto después de la puesta del sol puedes ver sus troncos dorados brillando hacia delante y detrás en la oscuridad; es igual que en un cuento de hadas...

Desde la primavera las laboriosas clorofilas han trabajado duro para mantener verdes las hojas de los árboles. Ahora están tan cansadas que solo esperan que el otoño diga “Buenas noches“ y llegue el invierno para acostarlas bajo de su manta blanca y cálida.

Esta mañana hemos hinchado tantos globos como hemos podido. Ahora los hacemos despegar, uno tras otro... Desde la playa parecen como alegres perlas de cristal que se elevan sosegadamente hacia las nubes.

En el último globo va André a bordo. Ambos harán un viaje hacia el otro lado del océano para descubrir si allí viven otros a quienes les gusten los globos tanto como a nosotros. Con un casco de gusano firmemente amarrado y el flotador salvavidas en su lugar, el viaje será seguro.

- ¡Agárrate fuerte André, primero te empujaré yo hasta que cojas velocidad! Vuelve pronto y cuenta todo lo que has visto.

- Sí, esto va a ser emocionante, dice André mientra mira hacia el horizonte. Tal vez la gente que vive en el otro lado del mar nunca ha visto globos antes, pero juegan con otra cosa divertida que nosotros no conocemos. ¡Entonces podremos intercambiar estas cosas entre nosotros! Así es como se hacen buenos amigos y se aprenden nuevos juegos.

- Y luego podremos invitar a nuestros nuevos amigos para que vengan aquí a jugar y a hacer alboroto. Pero antes de eso vamos a hinchar el globo más grande del mundo para que podamos hacer este viaje explorador juntos (siempre es más divertido si somos dos).

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¡Las fiestas de cumpleaños son tan divertidas! Primero se llega y se dice feliz cumpleaños y se da un paquete al que cumple años. Después de bebe zumo y se come tarta. Aunque antes se festeja al protagonista cantando la canción de "feliz cumpleaños" y el festejado sopla las velas que hay clavadas en la nata montada. Después se juega al escondite, se dan volteretas y se persiguen globos. Y se ríe a carcajadas y se come otro pastel.

Cuando la fiesta acaba se está tan lleno y tan cansado que lo único que apetece es un abrazo sereno en el que descansar mientras se vuelve a casa; y lo encuentras siempre.

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